La plataforma cívica Áncora solicita esperar a que el Gobierno
La plataforma cívica Áncora, que defiende la conservación
del teatro Bellas Artes de San Sebastián, ha pedido que no se curse la
solicitud de ruina del edificio que ha presentado la empresa propietaria
hasta que el Gobierno Vasco acepte o deniegue su inscripción como Bien
Cultural.
Miembros de este colectivo han ofrecido hoy una rueda de
prensa, en la que han dicho que su reclamación obedece a "razones de
elemental prudencia", pues si se tramita ahora esa declaración de ruina
"podría ocasionarse un perjuicio irreparable".
El arquitecto Mikel Alonso y los historiadores Alberto
Fernández D'Arlas, Montserrat Fornells, Juan Ignacio García Velilla y
José Mari Unsain han informado de que han interpuesto sendos escritos de
queja ante el Ararteko sobre este asunto.
Por un lado, denuncian "la lentitud" del Gobierno Vasco
para tramitar el expediente de calificación del Bellas Artes como Bien
Cultural y, por otro, que el Ayuntamiento no haya "justificado" la
actual propuesta de rebaja de nivel de protección del antiguo teatro en
el nuevo Plan Especial del Patrimonio Urbanístico Construido (PEPPUC).
Han solicitado a los representantes políticos de las
diferentes instituciones que "presten oídos" a la ciudadanía y a los 150
profesionales del ámbito cultural que defienden la pervivencia del
edificio, y que "tomen las medidas oportunas para proteger y conservar"
el teatro "por tratarse de un bien común de gran valor histórico,
artístico y urbanístico, especialmente en esta ciudad del cine".
Fornells ha señalado que se está "especulando" con
"pretendida situación de ruina" del edificio, cuando "no existe" una
sentencia firme que lo acredite.
Ha opinado que el informe elaborado por el instituto
Tecnalia, por encargo de la propietaria, la Sociedad Anónima de Deportes
y Espectáculos (SADE), para actualizar uno del año 1998 sobre el estado
del inmueble, se está utilizando para "alarmar" y crear en la opinión
pública la idea de que está en ruinas, y para "presionar" al
Ayuntamiento "a la hora de aprobar el PEPPUC".
Los miembros de esta plataforma han insistido en que no
están "en contra" de "los legítimos intereses" de la SADE, pero sí de
que se derribe la que consideran una de las "joyas de la corona" de una
ciudad que, aparte de su atractivo urbanístico, "no tiene demasiados
edificios singulares", ha destacado Fornells.
El colectivo propone como alternativa una permuta entre el
Ayuntamiento y la SADE para que el edificio quede en manos municipales y
la empresa cuente con un terreno para construir el hotel de cuatro
estrellas que ahora planean ubicar en el solar donde está el teatro, en
la céntrica calle Prim.
O en cualquier caso, que se mantenga la fachada del
inmueble, construido en 1914 y que, según han asegurado, es el edificio
construido como cinematógrafo más antiguo que se conserva en España.
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